miércoles, 27 de julio de 2011

sin poder dormir....

Perdí un amigo y aún no me explico como fue. Lo confuso está en que no sé si lo perdí. Quiero decir, a lo mejor yo creía que tenía un amigo, cuando ya no lo tenía y lo peor es que no me dí cuenta ni cuando fue. O a lo mejor nunca tuve lo que yo creí que tenía. Pero sí lo tuve, claro que lo tuve, me dice el corazón. Es confuso, pero sobre todo, difícil.

Una amistad es algo tan especial que considero que ninguna diferencia puede considerarse un peligro para ella: las cosas se hablan y ya. De hecho creo que a un amigo lo perdonas antes de que termine la disculpa...


¿Qué por qué escribo todo esto? No lo sé. Será porque a diferencia de él, que nunca ha podido aceptar las limitaciones que él mismo impone a su vida, yo me siento libre no para negarlas, sino para expresarlas, reconocerlas y valerme de todos los medios a mi alcance para superarlas.


¿Mis sentimientos hacia él? Variados, como es natural. Coraje, claro, pero gana la tristeza. Pero creo que lo importante es que el cariño que le tengo está casi intacto y creo que en lo esencial seguirá igual. Por supuesto, se irá diluyendo con el tiempo, me temo, hasta quedar sólo en un cariñoso recuerdo. La diferencia será que antes ese sentimiento era algo activo, que se traducía en acciones. Ahora no podrá ser así. Como leí en un libro "Uno no puede tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros". Así que sólo me queda dejar ir, soltar, dejar atrás, y de la manera más sana posible...decir adiós!

No hay comentarios:

Publicar un comentario